Fomentar la crianza positiva en la primera infancia es fundamental para garantizar el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes. Al adoptar métodos de disciplina basados en el cuidado cariñoso y sensible, madres, padres y personas cuidadoras contribuyen a desnormalizar la violencia y a construir entornos que favorecen la autoestima, la comunicación asertiva, la convivencia con sus pares y que les brindan habilidades de regulación emocional.
Por ello, desde la Secretaría Ejecutiva del Sistema de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) se promueve este enfoque, como parte de las acciones establecidas en el Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo, promovido por la gobernadora Mara Lezama Espinosa, que busca crear ambientes más seguros y positivos para la niñez y las adolescencias quintanarroenses.
Aplicar la crianza respetuosa desde la primera infancia reduce significativamente los factores de riesgo en etapas posteriores de la vida, como el consumo de sustancias, la participación en actividades delictivas, conductas agresivas, depresión y suicidio.
El cuidado cariñoso no solo promueve el desarrollo saludable y la estabilidad emocional desde una edad temprana, sino que también es la base para fortalecer el tejido social y la construcción de una cultura de paz.
“La crianza positiva es una forma de cuidado que rompe el paradigma de la disciplina autoritaria para abrir paso a un enfoque basado en el respeto mutuo y la empatía. De ahí la importancia de que las personas cuidadoras dejen atrás la violencia, el castigo físico, las humillaciones y los tratos denigrantes, para adoptar métodos que prioricen la toma de acuerdos, la comunicación abierta y la resolución pacífica de conflictos, creando así ambientes familiares más saludables y seguros”, expresó al respecto Jorge Isaías Quintanilla Osorio, encargado del despacho de la Secretaría Ejecutiva del SIPINNA.